Si algo esperan con ansia todos los asturianos, además de los rayos de sol veraniegos, son las «fiestas de prau» que tienen lugar en esta época del año. Son muchas las fiestas, romerías y verbenas que se celebran por toda la geografía regional, ¡tantas como pueblos!, pero hay 2 de ellas que, para muchos, son las «fiestas de prau» por excelencia: El Carmín de la Pola y el Xiringüelu de Pravia.
Pocos son los ingredientes necesarios para vivirlas en todo su esplendor: sidra a esgaya, una camiseta personalizada a juego con tu pandilla de amigos/as, gafas de sol y mucha ganas de fiesta (y un poco de agua, por si las moscas).
Todas ellas tienen lugar a lo largo de todo el día, empezando con un picnic a la hora de comer, una tarde de lo más amena en el prau hasta que el sol se ponga que es cuando comienza la fiesta nocturna.
El Carmín de la Pola
Lunes, 18 de Julio
La primera de las fiestas es el Carmín de la Pola. Una fiesta donde se reúne gente de toda Asturias (a los de Gijón nos queda a unos 25 minutos en coche).
La fiesta comienza con el concierto de la banda de música en el centro del pueblo, tras este concierto se inicia el desfile hacia el prau de la fiesta en dónde se celebra la merienda campestre y donde se reúnen cientos de personas durante varias horas. Allí se bebe, se canta y se conoce infinidad de gente.
Cuando se acaba de comer, ya de noche, se desciende del prau hacia el pueblo, y es habitual que en el recorrido la gente tire agua desde las ventanas, a demanda del público. La fiesta continúa en los bares y pubs de La Pola hasta altas horas de la noche.
El Xiringüelu de Pravia
Domingo, 7 de Agosto
La romería del Xirin es una fiesta tradicional de la villa de Pravia, que se celebra en el prau del Salceu el primer domingo de agosto. Si vas desde Gijón, en poco más de media hora de coche habrás llegado al meollo!
Esta fiesta es peculiar por la colocación de casetas en el prau, pertenecientes a distintas peñas, y donde cada grupo lleva su bebida y comida.
Los visitantes que quieran compartir las fiestas con las peñas tienen barracas en las que pueden comprar sidra y comida, pero también es muy típico que a última hora de la tarde los grupos inviten a los curiosos. La sidra es, sin duda, una de las grandes protagonistas de la fiesta.
Para todos aquellos amantes de la folixa, os recomendamos que no os perdáis ninguna de estas dos fiestas, ya que son únicas y sólo se pueden vivir… ¡una vez al año!